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  • Foto del escritorColegio Anglo Español

El freno académico en época de pandemia y movilizaciones



Preocupa el país por la crisis social debida, entre otras cosas, al Covid 19 y recientemente a las movilizaciones sociales de protesta.

Como Rector y padre de familia me aflige la situación de separación que padecen nuestros niños y jóvenes de su entorno escolar que es el lugar natural donde debe transcurrir su desarrollo humano integral. Esta separación está motivada como una prevención del contagio del Covid 19 por ser lugares de encuentros de personas. Sin embargo, esta posición ha sido objetivamente aclarada por investigaciones donde los datos muestran poca transmisión del virus en ambientes escolares y que la transmisión está más relacionada a eventos sociales ligados a la vida escolar o universitaria, que a los salones de clase. (OMS, 2021)

Por el contrario, las instituciones de educación son lugares seguros donde más se cumplen con las medidas de autocuidado y con los protocolos de bioseguridad que, entre otras cosas, fueron exigidos y aprobados por las Secretarías de Salud y Educación, muchos de ellos desde el año pasado.

Preocupa que en las medidas expedidas por las entidades gubernamentales al único lugar donde nuestros niños no pueden movilizarse es la Institución Educativa. Ya se han ido abriendo progresivamente muchos lugares públicos, pero a los Colegios, aún los niños y jóvenes no pueden asistir.

Quienes dirigimos Instituciones Educativas, escuchamos con angustia, lamentaciones y quejas cotidianas de padres de familia, estudiantes y docentes relacionadas con las consecuencias negativas del Estudio en casa. Eventos como: “no querer conectarse”, “desmotivación por el estudio”, “poca efectividad en el aprendizaje”, “disminución de competencias y actitudes ya adquiridas por los niños”, y un largo etcétera, son el día a día de nuestras instituciones.

El Laboratorio de Economía de la Educación de la Universidad Javeriana en un artículo de El Espectador del 3 de mayo de este año, ha analizado de manera rigurosa “por qué regresar a educación remota y suspender la alternancia escolar es una mala idea señalando trece razones entre las que destaca que la virtualidad y las brechas digitales han generado que una gran proporción de estudiantes no esté participando de las actividades académicas remotas, que un 68.1% de los jóvenes encuestados presenten diferentes niveles de depresión y un 53.3% diferentes niveles de ansiedad tras el confinamiento obligatorio por la pandemia

Como Institución educativa consideramos que el cuidado de la salud física debe ir a la par con el cuidado de la salud mental de los niños, docentes y sus familias, postulado compartido con la UNICEF y la OMS quienes han insistido en ello.

Ante esto, los responsables de liderar el sector educativo estamos en obligación de aportar soluciones creativas y pertinentes, orientadas a disminuir el impacto en nuestros niños y jóvenes, en su condición de víctimas de esta situación y evitarles que pierdan oportunidades irrecuperables para su vida futura.

Se podría pensar, por ejemplo, en no estandarizar medidas restrictivas para todas las instituciones educativas, dado que poseen características particulares, muchas de ellas con posibilidades de flexibilizar la asistencia de estudiantes a los espacios del Colegio para desarrollar actividades presenciales imposibles de realizar en casa como son los laboratorios, el deporte o las manifestaciones artísticas.

Ya la Secretaría de Educación de Antioquia hizo claridad respecto a la posibilidad de alternancia presencial para los prescolares y centros de educación infantil, argumentando la afectación del trabajo de muchas madres y padres quienes tienen que acompañar las clases remotas de sus hijos. Sin embargo, consideramos que en igual forma están afectados los padres de niños de educación primaria y aún de los jóvenes de secundaria y media quienes requieren del acompañamiento de un adulto cuando los sentimientos de desgano y desmotivación los afectan significativamente.

Desde luego que esta propuesta de solución para asistir al Colegio a jornadas especiales debe contar con la voluntad de los Padres de Familia y estructurarse dentro de los contextos particulares de cada Institución, garantizando en todo momento las medidas del Protocolo de Bioseguridad y las condiciones de movilización en estos momentos de marchas de protesta.

Es urgente adoptar medidas activas que mitiguen el freno académico de nuestro niños y jóvenes hasta cuando volvamos felizmente a retomar el contacto y el natural desarrollo físico, emocional, psicosocial y mental de los niños y jóvenes que se logra mayormente en el ambiente escolar.



Rubén Darío Orozco Palacio

Rector


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