Hacer mejores Proyectos Educativos Institucionales
Rectoría
Hacer mejores Proyectos Educativos Institucionales.
Un elemento dinámico en la educación colombiana son los Proyectos mediante los cuales se trazan los horizontes formadores en todas y cada una de las Instituciones Educativas del país. A ellos los regula en forma amplia la Ley General de Educación y en particular su Decreto reglamentario 1075 de 2015. Sin embargo, según ocurren innumerables hechos desagradables en la sociedad colombiana, surgen interrogantes sobre la calidad educativa. Entonces, vale la pena revisar en qué aspectos de ellos debemos poner atención para saber cómo transformar nuestra Educación.
La ocurrencia de tantos fenómenos sociales trágicos, dolorosos en cuanto a daños a niños, mujeres y en intensidad del bullying en Instituciones de todo tipo, produce al menos cuestionamientos, como: ¿la educación puede hacer algo para limitar tales fenómenos? ¿ha fallado nuestra Educación formadora? ¿Qué se puede hacer para mejorar nuestra calidad de vida?
Obviamente existen instituciones dentro de la sociedad que también forman, como las religiosas, cuyos cultos cumplen esa función; igualmente los medios de comunicación, la radio, prensa y televisión. Pero actualmente ha surgido un elemento distópico que ha transformado, en grandes dimensiones, las capacidades formadoras: la afluencia de las redes sociales y su capacidad de influir negativamente en los hábitos y actitudes de las familias, grupos sociales e individuos. A ello se suma que Colombia es un país de regiones diversas, con culturas disímiles entre sí, y unas muy alejadas de los centros urbanos, “la Colombia profunda”, en donde priman aspectos del machismo ancestral y la influencia trasgresora de grupos armados al margen de la ley, caracterizadas por la falta casi total de una Educación con calidad.
Es indudable que han ocurrido cambios notorios en la sociedad en general, como la incursión de las redes sociales y la presencia de múltiples dispositivos electrónicos que se cualifican a ritmos impresionantes y sirven como vehículos transmisores de multifacéticas influencias culturales negativas, procedentes de cualquier parte del mundo y de muchísimos, denominados actualmente, “Influencer”. A nivel país padecemos la nefasta influencia de la falta de Educación en regiones apartadas y, además, la incidencia destructora de actores violentos en muchas comunidades alejadas. Ambas perjudiciales, la mayoría de las veces, para la calidad educativa.
Lo anterior no obsta para que aspiremos a mejorar la Educación por medio de cambios sustantivos en los Proyectos Educativos Institucionales (PEI) de todas las Instituciones educativas nacionales. La parte esencial, con tal propósito, se puede lograr con diseños innovadores del concepto de currículo, aplicación inteligente de la autonomía escolar y una elaboración futurista de planes de estudio acordes con nuestra época. Para realizar estos tres elementos: Currículo dinámico, autonomía escolar y planes de estudio, se requieren mentes dispuestas a cambios favorables, para que los planteen en forma acertada, de tal forma que apunten a los intereses sociales y de las familias que escojan el Proyecto Educativo Institucional, que los asuma.
PEI(s) valiosos en esta dirección serán aquellos que ofrezcan más formación Integral para la vida, que respondan por planes lectores efectivos, que orienten la práctica investigadora permanente, que ofrezcan ambientes agradables para trabajar en equipo y, lo más importante, que nunca pierdan de vista la formación ética saludable, respetuosa y convencida de que todos somos seres éticos y no podemos liberarnos de serlo. Además, que sea un proyecto educativo que mantenga presente lo indispensable que es para el ser humano la formación en ámbitos religiosos.
De esta forma se podrá contrarrestar, Institucionalmente, las influencias perniciosas del mal ejemplo que ofrecen, gratuitamente, las prácticas corruptas dentro del Estado, los mensajes dañinos de “Influencer” que despotrican de los buenos componentes educativos y, ante todo, se les hará sentir a niños y jóvenes, que efectivamente, los ambientes escolares son los lugares donde pueden permanecer, seguros, sanos, protegidos y aprendiendo cómo es la vida buena, en una adecuada realidad educadora.
¡Hacer mejores Proyectos Educativos Institucionales, tiene que ser un compromiso nacional!
Rubén Darío Orozco P
Rector Anglo Español.
Un elemento dinámico en la educación colombiana son los Proyectos mediante los cuales se trazan los horizontes formadores en todas y cada una de las Instituciones Educativas del país. A ellos los regula en forma amplia la Ley General de Educación y en particular su Decreto reglamentario 1075 de 2015. Sin embargo, según ocurren innumerables hechos desagradables en la sociedad colombiana, surgen interrogantes sobre la calidad educativa. Entonces, vale la pena revisar en qué aspectos de ellos debemos poner atención para saber cómo transformar nuestra Educación.
La ocurrencia de tantos fenómenos sociales trágicos, dolorosos en cuanto a daños a niños, mujeres y en intensidad del bullying en Instituciones de todo tipo, produce al menos cuestionamientos, como: ¿la educación puede hacer algo para limitar tales fenómenos? ¿ha fallado nuestra Educación formadora? ¿Qué se puede hacer para mejorar nuestra calidad de vida?
Obviamente existen instituciones dentro de la sociedad que también forman, como las religiosas, cuyos cultos cumplen esa función; igualmente los medios de comunicación, la radio, prensa y televisión. Pero actualmente ha surgido un elemento distópico que ha transformado, en grandes dimensiones, las capacidades formadoras: la afluencia de las redes sociales y su capacidad de influir negativamente en los hábitos y actitudes de las familias, grupos sociales e individuos. A ello se suma que Colombia es un país de regiones diversas, con culturas disímiles entre sí, y unas muy alejadas de los centros urbanos, “la Colombia profunda”, en donde priman aspectos del machismo ancestral y la influencia trasgresora de grupos armados al margen de la ley, caracterizadas por la falta casi total de una Educación con calidad.
Es indudable que han ocurrido cambios notorios en la sociedad en general, como la incursión de las redes sociales y la presencia de múltiples dispositivos electrónicos que se cualifican a ritmos impresionantes y sirven como vehículos transmisores de multifacéticas influencias culturales negativas, procedentes de cualquier parte del mundo y de muchísimos, denominados actualmente, “Influencer”. A nivel país padecemos la nefasta influencia de la falta de Educación en regiones apartadas y, además, la incidencia destructora de actores violentos en muchas comunidades alejadas. Ambas perjudiciales, la mayoría de las veces, para la calidad educativa.
Lo anterior no obsta para que aspiremos a mejorar la Educación por medio de cambios sustantivos en los Proyectos Educativos Institucionales (PEI) de todas las Instituciones educativas nacionales. La parte esencial, con tal propósito, se puede lograr con diseños innovadores del concepto de currículo, aplicación inteligente de la autonomía escolar y una elaboración futurista de planes de estudio acordes con nuestra época. Para realizar estos tres elementos: Currículo dinámico, autonomía escolar y planes de estudio, se requieren mentes dispuestas a cambios favorables, para que los planteen en forma acertada, de tal forma que apunten a los intereses sociales y de las familias que escojan el Proyecto Educativo Institucional, que los asuma.
PEI(s) valiosos en esta dirección serán aquellos que ofrezcan más formación Integral para la vida, que respondan por planes lectores efectivos, que orienten la práctica investigadora permanente, que ofrezcan ambientes agradables para trabajar en equipo y, lo más importante, que nunca pierdan de vista la formación ética saludable, respetuosa y convencida de que todos somos seres éticos y no podemos liberarnos de serlo. Además, que sea un proyecto educativo que mantenga presente lo indispensable que es para el ser humano la formación en ámbitos religiosos.
De esta forma se podrá contrarrestar, Institucionalmente, las influencias perniciosas del mal ejemplo que ofrecen, gratuitamente, las prácticas corruptas dentro del Estado, los mensajes dañinos de “Influencer” que despotrican de los buenos componentes educativos y, ante todo, se les hará sentir a niños y jóvenes, que efectivamente, los ambientes escolares son los lugares donde pueden permanecer, seguros, sanos, protegidos y aprendiendo cómo es la vida buena, en una adecuada realidad educadora.
¡Hacer mejores Proyectos Educativos Institucionales, tiene que ser un compromiso nacional!
Rubén Darío Orozco P
Rector Anglo Español.
